lunes, 27 de febrero de 2012

Me molesta Vol. 9: La gente que habla de más

Me pregunto ¿cuál es la necesidad? Pareciera que no pueden parar, es como una especie de compulsión, una verborragia patética. Eso tiene consecuencias. Por ejemplo en la situación que sigue se puede apreciar este amorfo fenómeno. Escenario: calle céntrica de Tucson town, un carro tirado por caballos. Actores: pareja de conchetos boludos. Señora: -Pleno siglo XXI y un carro en la 25 de Mayo. Y pensé: -No señora, si la pobreza tiene fecha de expiración ¡claro! Yo uso siempre la frase 'Pleno siglo XXI...' y me dió bronca escuchar semejante atrocidad. Te pueden molestar los carros, pero es la realidad en la que vivís ¡boluda! 'Pleno siglo XXI y una concheta expresando sus ideas fachas libremente', que loco. En realidad lo que imaginé decirle era mucho más guarango ¿no? El punto es que si no filtrás lo que decís, vas a terminar diciendo muchas pelotudeces.
Están los típicos que de tanto hablar de más, hablan por los que no pueden expresarse.  Unos hablan por los bebés, son bastante molestos. Otros por los animales, esos sí que son estupidizantes, y por favor les pido que busquen contacto humano. Pero los peores son los que hablan por los que no están acá. Y mandan frases como: 'A él le hubiera gustado tal cosa' (no no no ¿qué carajo sabés vos?). 'Estoy segura que te está mirando' (aaaaah me da un poco de miedo esto que decís). 'Está en un mejor lugar ahora' (no entiendo ¿sos vidente ahora?). Dentro de este varieté loco de gente, hay una subclase que la conforman esos a los que no les basta hacerlos hablar sino que los hacen escribir ¿mm? Entonces a vos de repente te llega una carta de tu difunto ser querido. Espeluznante, ¿no? ¡Enfermos! ¡Háganse ver!
Los manipuladores también hablan de más. Cuando quieren justificar algo que hicieron, buscan respaldarse en alguna situación, entonces te dicen 'Pero si vos me dijiste tal cosa'. Para que de pronto lo que ellos hicieron sea culpa de otro y por ende los exima de culpa. Cobardes, no se bancan decir lo que piensan en realidad y se escudan en las opiniones de otros 'No soy la/el única/o que piensa así, están fulana y fulano también'. ¡ Háganse cargo de sus pensamientos! ¡Dejen de meter a gente en el medio!
Y llegamos a los negadores. 'No, yo no hice tal cosa' ¡aún cuando es algo obvio! Parece que sufren de intolerancia al silencio, y por eso algo tienen que responder. Vos estás viendo lo que hizo, o escuchaste lo que dijo, pero se esmeran en tomarte por idiota. Dentro de estos también están los que responden siempre todo: si no saben, inventan. Son incapaces de responder con la verdad, niegan que no conocen la respuesta ¡Usen el google al menos!
A todos ellos, un mensaje especial en el día de hoy: ¡cierren la boca un rato!

sábado, 18 de febrero de 2012

Me molesta Vol. 8: Volver a leerme

Me molestó un poco volver a leer algunas cosas que escribí. Básicamente eso. Me reí, me reí bastante, no voy a negarlo. Pero hasta ahí.
Dicen: 'Todo tiempo pasado fue mejor'. Están todos locos. Si lo dice un joven es porque añora las pocas responsabilidades que tenía antes. Si lo dice un adulto es porque envidia el cuerpo joven. Punto. Y dejenme decirles algo, IDEALIZAN. Y la cosa se estanca, ¿viste? Porque si no hay forma de que entiendas que el progreso es un camino de una sola mano, y que dicha mano va hacia adelante... fijate que no tenés muchas posibilidades. Si optás por recordar todo lo que pasó exagerando sus cualidades, nada de lo que venga va a significar algo. Siempre el pasado habrá sido mejor. Y mirá qué loco, que en realidad, el pasado es todos los días. Porque vos te vas a dormir, despertás en otro día y ¡puf! el día anterior ya es pasado. Y se puede poner más loco todavía esto, si pensás que la idea es que quieras estar cada vez mejor. Entonces, ¿cómo es que el tiempito pasado fue mejor? Qué dilema, ¿eh?
Veamos ahora, a qué me refiero cuando digo que leerme, hoy, me dio un poquito de lástima. Ah, ¿no dije eso? Bueno, si, eso es lo que pasó. Con el perdón de mi misma. ¿Por qué digo esto? Porque hoy, sinceramente, me chuparía un concreto huevo si el pebete del Vol. 3 me volviese a decir que le 'da igual' verme. Es más, le contestaría: ¡A mi también! Y seguro agregaría una mala palabra, pero no quiero perder la compostura, ¿vio? Una brisita cualquiera son las falsas amistades, porque creo que aprendí a reconocerlas, con el tiempo y algunas frustraciones. ¡Ni hablar de una 'jarra vacía'! Mucho menos un mal día, ¡por favor! Tuve miles. Y siempre sobreviví. La complicación gratuita es algo en lo que sigo trabajando, no voy a decir mucho sobre esto, porque viene en el combo humano. Si sos humano, ya sabés, la era de la boludez es la tuya. Y vas a hacer lo posible por complicarte la existencia, aunque no tengas con que, seguro algo vas a inventar. Bueno, yo estoy luchando hace ya algún tiempo con esta cuestión. Después cuento, porque todavía no sé bien qué onda. Y llegamos así a los Vol. 6 y 7, y propongo un brindis por el nabo que los inspiró: el eterno inconcluso. ¡Y SALU' por mi! Por ser tan ridícula. Por elegir tan mal y por bancar cosas inimaginables. Pero también, por haberme corrido de ese papel. Que, aclaro, no me quedaba nada bien. Soy más inteligente que eso, modestia aparte ¡JA! Y un último brindis, porque finalmente entendí que eso nunca más va a pasar. Esa Lucrecia se fue, o mejor dicho, mutó.
Definitivamente, el tiempo pasado fue lindo, muy lindo. Pero no mejor, ¿marcás?

jueves, 2 de septiembre de 2010

Me moleta Vol. 7: esta inagotable sensación

Inaudita, ya lo dije. Una sensación extraña, a pesar de que ya la sentí antes. Monstruosa, intolerable. Y lo peor, inagotable. Pensaba que con tomar una decisión, se apaciguaría. Pero no, se renueva todo el tiempo junto con mis pensanmientos, los cuales no paran. Me relajo y pareciera que aprovechan para dormir una siesta y volver más enérgicos que nunca. Mi cuerpo se detiene y a mi mente no le queda otra que parar. Tengo miedo de volver a pensar, de volver a sentir. Estar lejos, a la fuerza, ayuda. Extraño mecanismo que inventé para no ver las cosas, para no hacerme cargo de que no puedo poner límites (o puedo a medias, que es lo mismo), para no hacerme caso, no tener que escucharme ni entenderme. Lo cierto es que no puedo estar enferma eternamente. Mientras lo esté voy a toserte, transpirarte, eliminarte lo más que pueda, así cuando vuelva la tarea se haya achicado. No quiero más este laberinto en mi cabeza. Lleno de pasajes, sin salida. Primero entiendo, después ya no. Hago preguntas, sola las respondo. Acuerdo, desacuerdo. Sé lo que quiero, no sé ni a dónde voy. Hago, y deshago. ¿Esto es sincero? Te quiero cerca, te quiero lejos. No tengo la menor idea, todo gira tan rápido. Y todavía no encuentro qué es lo que hizo que me confunda así, ¡si todo fue tan claro...!
Hacerte las preguntas a vos no sirvió de nada, parecés programado para responder con las mismas frases. ¿Tengo que entender que tenés las cosas tan claras como decís? No sé por qué pero no te creo. Tus respuestas básicas y monótonas lo único que me dicen es que estás acobardado, que tenés miedo. Repetís lo mismo todo el tiempo, como si ni vos estuvieses seguro de lo que decís, tratando de autoconvencerte. Tu discurso no me conforma. Yo vi cosas, ¿vos no? ¿acaso vamos a negarlas? Mi mente es muy traicionera, no sé hasta qué punto es como yo creo, como yo lo vi (o creo que lo vi). Con poca información, un gran aturdimiento, un vano intento de comunicación y tu imposibilidad de explicarme las cosas sin contradecirte, no me quedan muchas opciones. O pienso lo peor y me dedico a detestarte, o acepto que no podés darme más respuestas que esas y... ¿me alejo?

sábado, 21 de agosto de 2010

Me molesta Vol. 6: este círculo vicioso

Por más vueltas que dé, vuelvo al mismo lugar... Y acá sigo. Pareciera que a mi costado morboso le gustara quedarse así. El problema era que no encontraba respuestas. Y ahora que las tengo, no logro recordar cuáles eran las preguntas. Sólo sé una cosa, sabés cómo callarme. ¡Y me gustan tanto los silencios! Creo que por ahí entraste. Ahora estoy atrapada, meditando la salida. Ya estuve con vos, sin vos, a medias con vos. Ya sé lo que se siente estar en todos esos lugares y cada uno tiene un sabor distinto. Pero para vos parece que todos son iguales. He aquí el círculo de los círculos, de nuevo yo frente a alguien a quien "le da lo mismo". Creer o reventar: soy sólo un comodín. A veces, musa. Otras, peón. Entonces el problema puntual no sos vos que, por cierto, estás por demás inconcluso, soy yo también. Me pongo en estas situaciones, ahora que lo pienso, más de la cuenta. Y ¿sabés qué? Me cansé de esta inaudita sensación, que ya conoce mi esófago de memoria. Me cansé de vos, de mi, de esta vorágine. De esta historia que desde el comienzo estaba terminada.