sábado, 21 de agosto de 2010

Me molesta Vol. 6: este círculo vicioso

Por más vueltas que dé, vuelvo al mismo lugar... Y acá sigo. Pareciera que a mi costado morboso le gustara quedarse así. El problema era que no encontraba respuestas. Y ahora que las tengo, no logro recordar cuáles eran las preguntas. Sólo sé una cosa, sabés cómo callarme. ¡Y me gustan tanto los silencios! Creo que por ahí entraste. Ahora estoy atrapada, meditando la salida. Ya estuve con vos, sin vos, a medias con vos. Ya sé lo que se siente estar en todos esos lugares y cada uno tiene un sabor distinto. Pero para vos parece que todos son iguales. He aquí el círculo de los círculos, de nuevo yo frente a alguien a quien "le da lo mismo". Creer o reventar: soy sólo un comodín. A veces, musa. Otras, peón. Entonces el problema puntual no sos vos que, por cierto, estás por demás inconcluso, soy yo también. Me pongo en estas situaciones, ahora que lo pienso, más de la cuenta. Y ¿sabés qué? Me cansé de esta inaudita sensación, que ya conoce mi esófago de memoria. Me cansé de vos, de mi, de esta vorágine. De esta historia que desde el comienzo estaba terminada.

4 comentarios:

  1. Creo, querida Lunda, que es la primera cosa que me molesta de todas las "atrapadas" catárticas. Y por qué me molesta Usted ya lo sabe. No me gusta ver a alguien tan jovial e inteligente caer en la trampa de una tristeza infundada. Digo infundada porque...bueno, Usted lo ha explicado mejor que yo. Sí, ya sé, me dirá "pero si Usted siempre me dice que la alegría no es más que una anulación momentánea de la tristeza, como por ahí dijo su Maestro". Sin embargo le retrucaré con palabras del mismo: "Y no vaya a creer el ama de casa Sunlight que nuestras reuniones consisten en charlas lacrimógenas. Nada de eso: concurrimos a bailongos atorrantes, amanecemos en lugares desconocidos, cantamos canciones puercas, nos enamoramos de mujeres desvergonzadas que revolean el escote y hacemos sonar los timbres de las casas para luego darnos a la fuga. Los muchachos tristes nos reímos mucho, le aseguro. Pero eso sí: a veces, mientras corremos entre carcajadas, perseguidos por las víctimas de nuestras ingeniosas bromas, necesitamos ver un gesto sombrío y fraternal en el amigo que marcha a nuestro lado. Es el gesto noble que lo salva a uno para siempre. Es el gesto que significa 'atención, muchachos, que no me he olvidado de nada'."
    Yo tampoco me he olvidado de nada, querida Lunda. Aún recuerdo que Usted es más sonriente que la que aquí escribe, de la cual, como verá, tampoco me olvido.
    Un gran abrazo de luz como siempre, y no reniegue, sabe Usted que esto no lo merece.

    GB.-

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  2. Como dice la canción sonando de fondo (que no me cansa más) "Y GRACIAS POR VENIR" =) le agradezco maestro por sus cálidas y reconfortantes palabras de siempre. Es excelente lo que trajo arrastrando esta vuelta. ¡Tristeza anulada, más que momentáneamente esperemos jeje! Un abrazo sin enojo vuelve.

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  3. Me gusta mucho, me llega mucho. Conozco la historia, somos dos cansadas de esta inaudita sensacion... que hermoso es poder escribirlas, contarlas redactarlas a tal punto de poder crear con ello una parte de nosotros. Que arte tienen las palabras, que como juego y como descarga animan los ojos con historias que nos resultan parecidas, o distintas pero que nos dan la posibilidad de ver una forma de pensarlas!...
    te amo... esta muy bello! y espero que lo sigas explotando a ese talento que tenes!
    Beshitoss!!!

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  4. ¡Me alegra que te haya gustado mi queridisima amiga! Sabía que te llegarían mis palabras. Una historia harto conocida, harto común, harto todo jeje. Lo más lindo de escribir es que libera al universo (cibernético) las cosas que aprisionamos y no podemos soltar. La voz que no nos sale, se hace texto, sangrando de renglón a renglón...
    ¡Gracias por el elogio y el apoyo! No te suelto más (que universo ni universo). Un abrazo blandito te va.

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¡Manitos al teclado!